A partir de la toma de datos con drones y el software de procesado adecuado, obtenemos ortofotos, modelos de elevación del terreno, nubes de puntos y modelos 3D. 

Esta tecnología ha revolucionado la topografía y fotogrametría tradicional por el ahorro de costes al reducir el tiempo de ejecución, el aumento de la seguridad ya que nos permite tener la información de zonas peligrosas sin poner un pie sobre las mismas y la mayor precisión en los resultados finales. Las aplicaciones son muy amplias como: levantamientos topográficos, cubicación de minas, embalses, así como la representación en 3D de cualquier monumento o emplazamiento. 

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